Rionegro del Puente-Asturianos

Lo primero que hago al salir del albergue es desayunar en el Bar Palacio.
El dia estaba nublado, pero el del bar me dijo que no creía que fuera a llover de momento.
A los cinco minutos de empezar a andar se pone a llover. Paro para ponerme la capa porque la cosa no tiene buena pinta.
Hasta Mombuey llovía, pero no exageradamente. Aproveché para, en una ferretería, comprar unos pantalones impermeables y luego paré en la farmacia a por material. También compré un bocadillo para comerme durante el camino.
A la salida de Mombuey se puso a llover intensamente. Tardé 10 km en encontrar un sitio donde comerme el bocadillo a resguardo de la lluvia. Fue en el pórtico de la Iglesia de San Salvador de Palazuelo.
Llegué empapado a Asturianos, ya que no dejó de llover en ningún momento.

Santa Marta de Tera-Rionegro del Puente

He salido el último del albergue, como siempre, aunque fuera me esperaba Santiago.
Esta parte del Camino es muy bonita, ya que transcurre junto al cauce del río Tera.
Desayunamos en Olleros de Tera, en el bar del Albergue La Trucha. Embutido casero y pan.
Hemos pasado por la ermita de Aganzaval y, a través de una senda estrecha y con mucha vegetación, por el embalse del mismo nombre.
Una vez que pasamos por encima de la presa, el camino va por una pista agraria asfaltada que rodea el embalse casi en su totalidad hasta llegar a Villar de Farfón, en cuyo albergue se quedó  Santiago, mi acompañante.
Hasta Rionegro he seguido solo, andando tranquilamente.

Tábara-Santa Marta de Tera

A las 7:15 empezó a sonar música clásica pata despertarnos.
Después del desayuno comunitario, empezamos a caminar Santiago y yo. El gps no marcaba bien, se ve que toqué algo y siempre salía el mapa fijo, sin movimiento y no supe hacer que volviera a funcionar correctamente, así que tuve que reiniciarlo todo. Funcionó.
Hoy todo son caminos de tierra, subiendo y bajando, pero suavemente.

En Villanueva de las Peras desayunamos un bocata y Coca-Cola (se acabaron las cervezas mientras no haya terminado la jornada y ya esté en el albergue)

A 5 minutos de reanudar la marcha, se puso a llover un rato. No duró mucho, pero tuvimos que estrenar los chubasqueros.

Sin más incidencias llegamos a Santa Marta de Tera. El albergue es nuevo y está muy bien.

Granja de Moreruela-Tábara (26,5 km)

Me desperté tarde y, de no ser por el coreano que seguía durmiendo, hubiera sido otra vez el último.
Desayuné en el bar y el camarero me dijo que, aunque estaba nublado, no iba a llover. No llevaba ni cinco minutos andando y empezó a llover. Siempre me pasa lo mismo, no sé para qué pregunto.
Llovía poco así que intenté aguantar un poco. Cuando decidió ponerme el chubasquero y a la mochila también, dejó de llover ¡Es la ley de Murphy peregrino!
En Puente Quintos tomé la variante de la izquierda, las que pasa junto al cauce del río y valió la pena. Bonita, bonita.
A mitad de jornada, se me paró el gps por falta de pilas ¡Me había olvidado de comprarlas! Tampoco es que fuera un drama ni mucho menos. Está bien señalizado.
En Faramontanos de Tábara, bocata y cerveza, y a continuar hasta Tábara.
Alojamiento en el albergue cuyo hospitalero, José Almeida, es un personaje que merece la pena conocer.

Montamarta-Granja de Moreruela (25,47 km)

Hoy he salido el último del albergue. He salido, incluso, después de los ciclistas.

He pasado por la ermita de Santa María del Castillo

El camino es muy aburrido en toda la jornada. Es muy difícil encontrar un árbol que dé sombra. Caminos de tierra unos detrás de otro.

Dos pueblecitos pequeños, Fontanillas de Castro y Riego del Camino. Muy poco que ver.

El final de la jornada es Granja de Moreruela. Pueblo muy pequeño con nombre muy rimbombante. Es donde empieza el Camino Sanabrés.

En el albergue la cosa está muy tranquila. De momento somos 3.

Zamora-Montamarta

En el albergue nos han dado el desayuno, estaba incluido en el donativo. Café con leche, magdalenas y zumo.

He hecho todo el recorrido junto a dos compañeros que conocí ayer. Los dos se llaman Rafa y son de Córdoba y Madrid. Buena gente.

El camino es una recta inmensa por terrenos de concentración agraria. No se acaba nunca. Creo que producen aceite de girasol, porque hay un montón de girasoles.

Ya estoy en el albergue de Montamarta. De momento somos 4.

¡¡ZAMORA!!

El trayecto Madrid-Zamora en tren ha sido una delicia. Debe ser porque los mallorquines tenemos mono de tren.

Ya tengo cama en el albergue. Hay dos hospitaleras inglesas que no hablan ni papa de español. He tenido que desempolvar el inglés, pero nos hemos entendido.

El albergue de Zamora es un muy buen albergue, y es gratuito. Mañana por la mañana, cuando nos vayamos, cada peregrino depositará la voluntad en un buzón que tienen a propósito.

...0!!!

Rumbo a Madrid

...1!!!

Ya está todo empaquetado y colocado en la mochila. Al final, no he conseguido bajar de los 8 kilos. He andado cerca, pero la cosa se ha quedado en 8,900 kilos. Sé que hay unos cuantos "por si acaso" que podría quitar, pero ya está bien así. Tampoco está tan mal.

Mañana Palma-Madrid en avión y Madrid-Zamora en tren.

Aquí tenéis la foto definitiva: la mochila cargada y en orden de marcha.

...2!!

Solo dos días. Se puede decir que ya está todo el pescado vendido.

La foto de hoy, es de una parte del material que transporto que, según esté el tiempo, puede ser muy importante: la capa-chubasquero. Ojalá no la utilice mucho, pero está claro que la voy a tener que usar.

Es de Decathlon, de la marca Quechua y, como es norma, a continuación os pongo la foto 

...5...4...3!!!

Cada vez falta menos.

Siguiendo con la tradición de poner en cada entrada una foto del material que me llevo, hoy tocan las polainas.

Son de Decathlon y, teniendo en cuenta lo que llovió el viernes, me parecen imprescindibles para evitar que entre agua en el interior de las zapatillas. Debe ser muy desagradable tener que andar con el 'chof chof'' del agua en las zapatillas.

...6!!!

Seguimos con la cuenta atrás: ¡solo faltan 6 días para empezar la primera jornada de mi Camino de Santiago!

El Camino Sanabrés está más o menos bien señalizado pero Yolanda, que manda más que el apóstol (en casa al menos), me regaló un gps porque no tiene nada claro que, anda que te andarás yo solo por estos mundos de dios, no vaya a aparecer en Cádiz en vez de terminar en Santiago de Compostela como manda la tradición.

El aparatito es una maravilla. Se trata de un Garmin Etrex 30x y estoy encantado con él (cuando aprenda a usarlo, más encantado aún).

Para seguir con la tradición, ahí va la foto del gps y de la funda:

...7!!

Siguiendo con la cuenta atrás, ya solo faltan 7 días.

¿Bastones o bordón?

Ésta es otra de las dudas que he tenido desde el principio. Yo soy partidario del bordón (la tradición y eso) pero, por todo lo que he leído por ahí, los bastones son una gran ayuda para las rodillas, especialmente en las cuestas abajo que es donde más sufren. Me resolvieron la duda del mismo modo que la de las botas: me regalaron los bastones.

Son unos Leki Voyager y creo que vamos a formar una muy buena pareja.

...8!

Ya solo faltan 8 días.

A estas horas,  el miércoles de la semana que viene espero estar en Zamora, encerrado en el albergue, concentrado para empezar a andar al día siguiente ¡Qué va, nada de eso! No os quiero engañar, lo normal es que esté recorriendo la ciudad como un turista cualquiera. Zamora es una ciudad muy bonita y tiene muchísimo que ver. Se hará lo que se pueda.

Aprovechando las entrada, os voy a hablar de otra de las cosas fundamentales, junto con la mochila, para el dia a dia del Camino: el calzado. Tenía dudas entre unas botas de media caña y unas zapatillas de trekking. Al final, me regalaron las zapatillas, así que... duda resuelta!

Son de la marca The North Face y ya las tengo convenientemente domadas. Son muy cómodas y se adaptan muy bien al pie. Por supuesto, tienen membrana de Goretex para proteger los pies de la lluvia y de los charcos. Irán bien, seguro.

FALTAN 9 DÍAS!

Estoy haciendo una prueba para ver qué tal resulta lo de enviar entradas desde el móvil. A ver qué es lo que sale.

Una de las cosas más importantes para hacer el Camino a pie es la mochila. Yo voy a llevar una Deuter 42 Pro que creo que es una muy buena mochila.

Antes, 42 litros me parecían una capacidad perfecta pero ahora, una vez visto todo lo que tengo que meter dentro, me parece pequeñísima. En fin, ya veremos.