lunes, 12 de septiembre de 2016

JORNADA 17: SILLEDA - OUTEIRO (26/09/2015)

Las vistas desde el albergue eran bonitas y, antes de ir a desayunar, esperamos que amaneciera y que el sol empezara a iluminarlo todo. No somos muy de andar a oscuras.





Desayunamos en el bar del albergue y salimos a eso de las 9. Se nos hizo tarde sin saber cómo.



Empezamos el recorrido atravesando el pueblo y siguiendo por la carretera nacional hasta que, al llegar al final del pueblo tomamos un desvío a la izquierda y seguimos por un camino asfaltado que transcurría por detrás de las casas de primera línea de carretera y que tiene el pomposo nombre de Camiño Real.


El paisaje era espectacular: prados con vacas, prados con caballos y casi todo cuesta abajo.










En Bandeira (por fin un pueblo como dios manda) tomamos una cocacola y coincidimos con un grupo de jóvenes de un colegio que también estaban haciendo el Camino.



Malen hizo un par de intentos de dar de comer a las vacas, pero no le hicieron ni caso.










En Dornelas, además de una iglesia, también hay un bar, aunque también estaba cerrado.








Antes de llegar a Ponte Ulla hay una bajada brutal, de esas que te deja las rodillas machacadas para el resto del año.






Al llegar a Ponte Ulla, vimos un autocar que estaba esperando al grupo del colegio. Son los nuevos tiempos del peregrinaje.

En Ponte Ulla, vimos que, por carretera, Santiago estaba a 20 kilómetros ¡Estamos cerca!


También nos encontramos a los cuñados que se alojaban en un albergue. Los saludamos y nos fuimos a comer un bocata a la Pensión Juanito (otro albergue). 

La dueña de la pensión fue muy amable y nos trató muy bien. Nos ofreció alojamiento y, cuando le dijimos que queríamos terminar en Outeiro, se ofreció a llegar en coche hasta allí, recogernos y volvernos a dejar en el mismo sitio por la mañana. Se ve que el peregrino es un bien muy preciado en esta zona.


Después de Ponte Ulla viene un subidón de 4,5 kilómetros hasta Outeiro, pero vale la pena. Se combina carretera nacional, pista asfaltada y pista de tierra.






El día fue caluroso y soleado, lo que hace un poco más duro el esfuerzo, pero no vamos a quejarnos porque haga calor en verano.

Al llegar a Outeiro, nos encontramos con la preciosa ermita de Santiago, del siglo XVII.




La aldea son cuatro casas mal contadas sin ningún tipo de servicio, y el albergue se encuentra siguiendo el camino, una vez dejamos atrás la aldea.





Nos llamaron mucho la atención un par de muñecos que encontramos en Outeiro, junto a camino. Luego descubrimos que era costumbre típica del lugar.

El albergue de Outeiro es de lo mejorcito del camino, moderno, espacioso, cómodo, limpio y con unas vistas impresionantes.

Y, lo mejor de todo, Pilar, la hospitalera. Un diez.










Estuvimos hablando con Pilar y nos contó anécdotas y curiosidades del Camino. Nosotros le contamos que habíamos coincidido en varios albergues con el grupo de Medina del Campo y ella nos dijo que sabía de qué grupo se trataba, que los hospitaleros están en contacto y se mandan avisos. Nos dijo que habían intentado pernoctar en el albergue y que ella, al tener constancia por otros hospitaleros de que habría muchos peregrinos de a pie y, para que ninguno se quedara sin cama por culpa de un grupo con coche de apoyo, les negó el alojamiento en el albergue.

Pilar, la hospitalera, prepara la cena por encargo, y por un precio módico. Nosotros aprovechamos el servicio y nos preparó spaghetti y una ensalada. Y un chupito de orujo casero para ayudar a hacer la digestión. Estuvo todo muy bueno.





A las 22:00 se apagan las luces del albergue.



RESUMEN DE LA JORNADA


Distancia recorrida: 24,4 kilómetros.

Altitud máxima: 442 metros.

Altitud mínima: 65 metros.

Ascenso acumulado: 474 metros.

Descenso acumulado: 603 metros.

Velocidad media: 3,25 km7h.


No hay comentarios:

Publicar un comentario