sábado, 9 de julio de 2011

LOS TRES AMIGOS (sábado 09-07-2011)

Hoy estaba previsto hacer una etapa larga (siempre dentro de un orden). La idea era llegar hasta Capocorp Vell, el poblado talayótico.

Malen, echándole un morro que se lo pisa, avisó que no podía ir, que se iba a un refugio de montaña a pasar el fin de semana, así que hemos salido los tres hombres del grupo, lo que nos ha permitido poner el nombre de una película a la crónica de hoy...¡los tres amigos! 

Con un fuerte calor (nada, comparado a lo que nos esperaría en la vuelta) nos hemos reunido en la playa de Can Perantoni y, en vez de ponernos el bañador, darnos un chapuzón y quedarnos a tomar el sol como el resto de los mortales, hemos empezado a dar pedales hacia nuestro destino.

Cuando hemos llegado a Son Verí, hemos tenido que parar porque a la bici de Joan le rozaba el desviador con la cadena. Sin tener ni idea de mecánica, ya nos tienes con las herramientas en  la mano, apretando y aflojando tornillos. Milagrosamente, lo hemos arreglado y, aprovechando el subidón que esto nos ha supuesto, hemos continuado alegres y contentos.

Aquí tenemos a Joan en plena reparación

Por el Camí de Sa Torre, casi sin darnos cuenta, nos hemos plantado en Capocorp Vell. Bueno, la verdad es que sí nos hemos dado cuenta, con el calor que hacía, se nos ha hecho un poco largo.

El avituallamiento ha sido el habitual, pamboli tradicional para Sera y para mí, y pamboli mixto para Joan.





La "madona" del bar no era, precisamente, la alegría de la huerta. Teníamos la impresión de molestar. ¡Qué se habrán creído estos ciclistas, venir a darme trabajo! Ya sabéis, servicio distinguido de atención al cliente. Desgraciadamente, en Mallorca tenemos muchos "profesionales" así. Es un misterio cómo, a pesar de este trato, que está bastante más extendido de lo que pensamos, siguen viniendo turistas a esta isla.

Joan, para tocar los huevos, le ha pedido un vaso con cubitos de hielo. Si las miradas matasen, mañana iríamos de entierro. A pesar de la miradita, nos ha traído tres vasos con cubitos ¡tres! A ver si va a resultar que es una señora encantadora, pero con cara de mala leche...

Una vez dada cuenta de los pambolis, cuando los ciclistas responsables, Sera y yo, piden un té con limón (no sabemos por qué razón hay que pedirlo, pero hace ciclista), Joan ha vuelto a tentar su suerte y ha pedido un café ¡con hielo! Este tío es un kamikaze.

Hemos salido vivos del sitio y, aunque Sera insistía en que estaba prohibido, no me he podido resistir a fotografiar alguna cosilla del poblado.



Aclaración para los del Madrid: Esto no son piedras amontonadas sin ton ni son, son talaiots, viviendas prehistóricas de nuestros antepasados isleños. Un apunte cultural nunca está de más.

A la vuelta hacía un calor auténticamente insoportable. Yo creo que es el día que más calor ha hecho en todas nuestras salidas en bici. Pero el ciclista es sufrido y sufridor, y el peregrino aguanta lo que le echen, así que...

A la altura del hotel Hilton Sa Torre, hemos aprovechado una sombra para comer unos plátanos que Yolanda me había preparado bajo la amenaza de que si no me los como, me echa de casa. Se adjunta prueba documental.



Una vez emplatanados, como hacía mucho calor, hemos seguido por el Camí de Sa Torre pero...¡hacia Llucmajor! Definitivamente, somos masoquistas.

Al final del Camí, se enlaza con la carretera antigua de Llucmajor y, ahora sí, hemos girado hacia la izquierda para volver a Palma, que ya estaba bien.

Una vez en el Polígono de Son Noguera, hemos seguido por la vía de servicio de la autopista. Sin coches y con bastantes tramos cuesta abajo. Una auténtica delicia. 

En S'Arenal, Sera ha parado a comprarse una Fanta porque el hombre había terminado sus reservas de agua y no era cuestión de deshidratarse.

Sin más incidencias, hemos llegado a destino.

El resumen podría ser: hoy hemos sufrido más calor que nunca y hemos bebido más que nunca, también.

En previsión de la que se nos avecinaba, hoy he estrenado la camelbag. Para los del Madrid: la camelbag es una mochila que lleva en su interior un depósito para llevar líquido, y de la que sale un tubito que te llevas a la boca y bebes al tiempo que pedaleas. Al principio me costaba beber pero, una vez cogido el tranquillo, he quedado encantado del artilugio. Me ha quedado muy claro que a la Vía de la Plata hay que ir con camelbag. 

Resumen de la salida:

Distancia recorrida:   75,34 Km.
Tiempo empleado:    3:50:46 horas.
Velocidad máxima:    54,19 Km/h.
Velocidad media:      19,58 Km/h.

Esto es to, esto es to, esto es todo amigos. 


4 comentarios:

  1. Los tres amigos...habrá que ver el saludo...parece ser que no tendremos amigos madrileños, no?
    Por cierto el finde en el refugio bien, cogiendo el moreno de rigor

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  2. Bones! Soc una amiga den Joanet i m'encanta seguir aquestes cróniques... una cosa vos diré, pedalejar, el que és diu pedalejar, no sé si ho feis perque sa suor no arriba mitjançant s'ordenador, peró, aquests pa amb oli que vos arriau... Déu n'hi dó!. Vos posau bons, eh? Enhorabona pel gran esforç que, fora bromes, sé que feis.

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  3. Malen, lee bien. No hay que confundir madrileños con madridistas. He dicho

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  4. Hola Beleta! Moltes gràcies per perdre es temps mirant aquest blog tan doiut.
    Com ja supòs que t'haurà dit en Joan, es nostro objectiu principal és un bon berenar. Si, ademés, mos sobra temps, pedalejam una estoneta.
    Tot s'esforç que estam fent ara, ho disfrutarem per setembre...o això esperam!

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