domingo, 22 de mayo de 2011

JORNADA DE REFLEXIÓN (SÁBADO 21-05-2011)

Qué mejor ocupación para la jornada de reflexión previa a unas elecciones que dedicarla a montar en bici. Realmente, montar en bici es un fiel reflejo de la vida. Al principio, todos empezamos de cero, todos estamos capacitados para montar en bici y todos podemos pedalear por caminos y carreteras, pero cuanto mejor preparado estés y cuanto mejor sea tu bicicleta podrás llegar más lejos, más rápido y con menor esfuerzo. Lo dicho, un fiel reflejo de la vida.

Bien, con este profundo pensamiento doy por finalizada mi jornada de reflexión y comienzo el relato de la jornada ciclista. 

Lo primero que quiero hacer constar es que Malen nos dió plantón. A última hora nos puso la excusa de una torrada de obligada asistencia...¡ja! Lo que pasa es que, seguramente, prefirió quedarse a jugar con su móvil en vez de cumplir con su obligación bicigrina. Allá ella, pero que luego no encuentre raro que el Apóstol se lo haga pagar en forma de cuestas traicioneras que obligan a bajarse de la bici. Para un vez que venía Sera, nos falla Malen. No hay forma de conseguir salir los cuatro. 

Después de dos salidas de montaña, aunque cortas, el objetivo de la etapa de hoy era hacer kilómetros para trabajar el fondo físico. Habíamos decidido ir hasta Cas Busso que no es mal sitio, por cierto.

Los primeros 15 kilómetros son por carril bici bordeando el mar. Fáciles, pero con tráfico. Si lo que hemos visto hoy es el termómetro de la temporada turística ¡este año va a ser la leche! mucha gente a la ida y, sobre todo, a la vuelta. Las terrazas llenas y las playas a tope, dentro y fuera del agua. ¡Y eso que el día no era gran cosa, estaba medio nublado y era mejor para ir en bici que para estar en la playa. Hemos seguido por la carretera del Cap Blanc y, justo antes de Badía Blava, hemos girado a la izquierda por el Camí de Sa Torre hasta el Hotel Hilton y, una vez allí, hemos seguido por el Camí de Sa Caseta hasta el poblado talaiótico de Capocorb y, desde allí, a Cas Busso, sitio emblemático y parada técnica obligatoria para los ciclistas para hacer el control de avituallamiento.

El recorrido por estos caminos es muy bonito ¡y sin tráfico! Una delicia para el ciclista.
 Aquí tenéis una vista general de Cas Busso, aunque no sé si por la hora que era o por el día que hacía, con poquitos ciclistas.
 Nuestras bicis aparcadas en el parking al efecto (donde hay infraestructura, la hay)
 Sera bebiendo agua para no tener problemas en el control antidoping
 Joan peinado al estilo "pájaro loco" 
 Joan y yo pensando cómo entrarle al pamboli
 Sera frente a un apetitoso "frit de matances", auténtica especialidad de la casa
Aquí tenéis el pamboli que Joan y yo nos metimos entre pecho y espalda (uno cada uno, nada de compartir, que eso son mariconadas y nosotros somos de pueblo) Como podéis ver no le faltaba de nada. Costó un poco, pero no dejamos ni los huesos de las aceitunas.

La vuelta, al principio fue dura ya que el pamboli pesaba lo suyo, pero a base de constancia conseguimos volver a casa.

Tanto en la ida como en la vuelta tuvimos un compañero de viaje al que, por cierto, no habíamos invitado: ¡el viento! No se trataba de un viento huracanado, ni de un viento racheado, ni siquiera de un viento de costado, sino del peor de todos, del más temido por todos los ciclistas...¡el viento cabrón! Ése que vayas en la dirección que vayas, siempre sopla con fuerza y en contra.  Había tramos en que, a duras penas, conseguíamos llegar a 20 Km/h cuando,  en condiciones normales, se circula fácilmente a más de 30 Km/h. Lo dicho, el viento cabrón haciendo de las suyas.


Resumen de la etapa:

Distancia recorrida: 68,21 Km.
Tiempo empleado:  3:33:47 horas
Velocidad media:    19,14 Km/h.
Velocidad máxima:  41,78 Km/h.

2 comentarios:

  1. A mí también me atacó el viento en forma de cap de fibló (pequeñito) en cala tuent...

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  2. Lo que yo decía...¡el Apóstol!

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