domingo, 21 de agosto de 2011

HOY HEMOS ESTADO EN EL INFIERNO (sábado, 20-08-2011)

Hoy, la ruta se ha hecho insoportable. Estábamos en alerta naranja por el calor, pero...¿quién dijo miedo?. Ha hecho un calor espantoso y no hemos encontrado zonas de sombra donde refrescarnos un poco mientras dábamos pedales. Ni que decir tiene que el agua de los bidones hervía y beber era un suplicio. La temperatura era de 36º, aunque ya sabéis que, con la humedad que tenemos por la Isla, equivalen a muchísimos más. 

Yo creo que hoy hemos estado en el infierno de los ciclistas. Tiene que ser el infierno, porque no se me ocurre un escenario donde pasarlo peor dando pedales. Y, para más inri, hoy nos ha dado por hacer una etapa de montaña. Si es que listos, lo que se dice listos, no somos.

Empecemos por el principio. Hoy tampoco ha venido Malen. Según ella, con el spinning que hace le basta. Después de lo de hoy, queda nombrada oficialmente la más lista del grupo.

A primera hora no hacía tanto calor y hemos empezado bastante bien. A nuestro ritmo, pero bastante bien. La carretera va subiendo todo el rato, pero es una subida suave y, tacita a tacita, hemos llegado a Puigpunyent. Ya estábamos a mitad de camino de la primera subida del día (213 metros de altitud, según prueba fotográfica)

     
El sol ya empezaba a picar de lo lindo, así que la segunda parte de la ascensión, hasta Galilea, ya se ha complicado bastante más. Había que subir 223 metros en 4 kilómetros. No es el Tourmalet, pero con el calor que hacía, nos ha parecido su primo segundo. 

Por fín hemos llegado y nos hemos instalado en la terraza del Bar Parroquial, en la plaza de la iglesia para efectuar el merecido control de avituallamiento.

Mientras esperábamos, he aprovechado para certificar fotográficamente la altitud de la plaza y, de paso, repetir la foto del paisaje desde el mirador. Ya sé que es una foto repetida, pero creo que hoy había más visibilidad que la otra vez y, además, es uno de mis paisajes favoritos, por aquello de que se ve la montaña y, al fondo, el mar  ¡qué le vamos a hacer!



 Sera ha pedido un variado y Joan y yo, una racioncita con tortilla, albóndigas y "raoles" de carne. Todo ello acompañado con su pan tostadito y sus olivitas, y regado por las habituales coca-colas y agua. 






Hemos comido, hemos bebido y nos hemos reído, ajenos a lo que nos esperaba luego. 

Una vez debidamente avituallados, hemos reanudado la marcha, bajo un sol de justicia hacia nuestra segunda subida del día. Hemos bajado todo lo que habíamos subido (si es que somos tontos ¿para qué subimos, si luego hay que bajarlo?), y se ha confirmado que nos gusta más bajar que subir. 


Hemos llegado a Calvià, pasando por Capdellà, y hemos aprovechado para dar cuenta de unos plátanos que ya se ha convertido en una tradición. 

El calor era asfixiante y, por momentos, ha empezado a soplar viento en contra, pero esta vez no era el viento cabrón, era el viento infernal. Quemaba y te quitaba el poco aliento que aún quedaba.

Hemos ascendido al Coll des Tords, con el agua de los bidones ardiendo, el asfalto quemando y el viento también. Sufriendo, pero... ¡hemos llegado a la cima! 

Luego, la vuelta a Palma ya ha sido mucho más llevadera. Otra vez descender todo lo que habíamos subido y para casa.

El perfil de la etapa no era para sufrir tanto, pero hoy lo hemos pasado mal, aunque estas cosas curten y supongo que encontraremos días así en nuestro Camino, aunque espero que no muchos.

He encontrado una página web que genera perfiles ( http://perfilderuta.es/perfil_old.php ), así que aquí tenéis el de hoy. 



Resumen de la salida:

Distancia recorrida:  53,98 Km.
Tiempo empleado:   3:17:57 horas.
Velocidad media:     16,36 Km/h.
Velocidad máxima:   51,14 Km/h.

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