Se acerca a pasos agigantados el momento de salir hacia Sevilla, como paso previo al inicio de nuestra aventura, y hay que rematar la preparación, así que, ahora también saldremos algunas tardes entre semana. Todo sea por abrazar al apóstol.
Esta tarde hemos salido los tres que quedamos ya que Joan ha presentado un justificante, con la excusa de que está fuera de la isla. Hemos quedado prontito aprovechando que hoy no apretaba tanto el calor como otros días.
El recorrido de las salidas por la tarde está bastante limitado ya que, para evitar el tráfico, intentamos evitar las carreteras y nos concentramos en zonas con carril bici. O sea, otra vez a Maioris.
Se hace difícil relatar una salida que ya hemos repetido un montón de veces y que no ha tenido ninguna incidencia destacable, así que, como dijo Fidel Castro, seré breve.
Tal vez lo único que merezca la pena reseñar sea el viento de costado que, tanto a la ida como a la vuelta, estuvo incordiando a los esforzados de la ruta.
No hubo merienda, sólo coca-cola a palo seco. Fue duro, pero es lo que está estipulado para las tardes ciclistas. La única nota de color fueron dos plátanos de los que dimos cuenta en un plis-plás.
Qué pena de mesa
Resumen de la salida:
Distancia recorrida: 45,16 Km.
Tiempo empleado: 2:24:03 horas.
Velocidad media: 18,81 Km/h.
Velocidad máxima: 47,85 Km/h.
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